domingo, 30 de agosto de 2009

Derecho al medio ambiente, derecho a vivir dentro de este planeta.


Estamos claramente en un estado constitucional social de derecho, el cual vela, se supone al menos, por la protección de los derechos fundamentales de las personas y por el interés general que tiene la sociedad dentro del estado. Partiendo de ese supuesto, tenemos claro, que es ideal buscar un ambiente propicio para el correcto desarrollo de nuestra sociedad actual y nuestras generaciones futuras, pues, acaso ¿quien no quiere que sus hijos tengan un ambiente sano y agradable donde puedan crecer también? Entendamos ahora, que nuestra sociedad actual y nuestros avances tecnológicos, nos tienen en una era donde claramente las personas pueden explotar todos los recursos naturales que le rodean para hacer uso de ellos, partiendo del principio de economía capitalista, al cual lamentablemente pertenecemos. Sabiendo entonces estas dos pautas principales sobre las cuales nos basamos, la primera, que tenemos una sociedad que es capaz de explotar todo cuanto le rodea para obtener su máximo beneficio en cuanto satisfacción de necesidades, y segundo que esa misma sociedad también se preocupa, “o eso dicen hacer” por su medio ambiente para tener un entorno sano y pleno para crecer en sociedad y en plena armonía de desarrollo, se ha generado pues alrededor de esto toda una doctrina constitucional para la protección de algunos bienes que según las altas instituciones de nuestra nación merecen dicha protección para garantizar la vigencia de nuestro medio ambiente y para prevenir su continuo y constante deterioro; deterioro causado, valga la anotación, en manos de quienes por sus intereses obtusos, pasan por encima de todo y de todos para conseguir lo que quieren, su poder y sus cochinos papeles verdes que están manchados con la polución de su avaricia y ambición.

Quisiera abordar esta temática desde un punto de vista que no parezca muy lejano a la sociedad, pues es evidente que, cuando hablamos de temas medioambientales tendemos a verlos muy alejados de nosotros, como si realmente no sucediera. Es por eso, que quiero traer a manera de ejemplificación las problemáticas que tenemos en Bogotá principalmente cuando hablamos de humedales, de las zonas verdes y de los cerros orientales. Ahora bien, sabemos que estamos en una ciudad cuya población en los últimos 80 años ha crecido en proporciones desmesurables lo cual implicó desde época muy antigua comenzar a asentarnos sobre nuestra naturaleza e irla alejando de nuestro entorno. Con este desmesurado crecimiento poblacional, hemos llegado a acabar con millones de hectáreas de suelos verdes y de aguas que recorren por las zonas de Bogotá. A raíz de este descontrolado crecimiento y absurdo interés de construcción para el beneficio de algunos pocos, se han ido implementando legislaciones sobre el cuidado del medio ambiente donde hemos llegado desarrollar una especial protección de algunos bienes que nos brindan elementos esenciales para nuestra vida y la de muchos animales que allí también viven.

Por poner un ejemplo, tengamos en cuenta que los humedales por su naturaleza se encuentran muchas veces en zonas que se han provisto para el desarrollo urbanístico y no han sido pocas las ocasiones en las cuales ha habido personas interesadas en que dichos lugares se cierren para construir sobre ellos algunas edificaciones de uso publico o privado, sin tener en cuenta que éstos mismos lugares donde construyen proporcionan un hábitat natural para el desarrollo de algunas especies y el crecimiento de alguna fauna que por sus condiciones solo se da allí. Sin mencionar también que los humedales sirven como un embalse natural para el control de los niveles de aguas en algunos barrios de Bogotá, pues son el único lugar donde algunas aguas lluvias pueden correr. Entonces entendamos que el mantenimiento de estos lugares es favorable, no para la mayoría sino para todos lo que habitamos en este estado.

Por poner otro ejemplo, quisiera traer a colación la importancia de los cerros orientales, considerados como los pulmones de Bogotá, ya que por su extensión son los responsables de purificar el aire que tenemos en nuestra polucionada ciudad por motivo de las fábricas y de los automóviles que aquí todos los días se desempeñan. Estos cerros, suponen una especial protección por sus condiciones y por los servicios que nos brindan, pero, debemos ser conscientes que a pesar de su condición de patrimonio natural, hay muchos quienes violan estas zonas para la construcción y para la extracción de minerales, como podemos verlo en algunas partes de Usaquén y de la 170, y sumándole a todo esto los barrios de invasión. Sobre esto, el contralor general de la nación envió un comunicado a Luis Eduardo Garzón en el 2005, donde le pedía un apoyo a la protección de estos lugares, puesto que aunque se suponía que la legislación los protegía, en la realidad primaban mas los intereses económicos que la preservación de estas zonas que hace parte de recursos irremplazables por la flora y fauna de nuestro país.

Lo único cierto en este tema, es que al igual que nuestra sociedad, nuestra consciencia también ha evolucionado, la gente poco a poco a podido aprender sobre la importancia de estos recursos. Hemos aprendido a entender que son limitados y que es nuestro planeta tierra el que está en juego, y que si día a día no tomamos acciones para mantenerlos vigentes, pues sencillamente llegará el momento que estemos en guerra por controlar lo poquito que nos queda de ellos. Deberíamos cumplir las normas, y si el problema está en que tenemos una legislación muy frágil, que no se cumple, sencillamente es por que no es lo suficientemente estricta como para que las personas no se atrevan a romperla; ahí es donde debemos buscar salidas y soluciones. Pero por otro lado, deberíamos aplicar los artículos 14, 15 y 16 del código de recursos naturales colombiano, que simplemente nos hacen un llamado a educarnos en un tema que vemos tan irreal y tan lejano, pues la mejor salida a este tipo de problemas es la educación y la concientización de una sociedad que tiene tantas dificultades con entender los problemas que le rodean.

Finalmente y para no darme mas largas sobre el tema, entendamos que este problema nos compete a todos, que realmente es grave, que trasciende de una problemática nacional, y que ocurre en todo el mundo, todos los días y hasta en los temas más insólitos, pero debemos empezar por ser un ejemplo mundial del cuidado y protección de la naturaleza, a la única a quien realmente le debemos la vida. Por un momento deberíamos dejar de pensar en tonterías y comenzar a pensar en nosotros mismos, pues de ellos depende nuestra salud, ya que estos recursos no son infinitos; y no quiero imaginarme una generación que nos este culpando por el daño que les hicimos, sino que nos agradezcan por el legado que les dejamos, pues al fin y al cabo, ellos “también tienen derecho a vivir en este planeta

”.


jueves, 27 de agosto de 2009

La hisotria de una experiencia

Desde que se realizó el encuentro de blawggers jurídicos en Colombia, Carla Firmani muy amablemente me pidió que posteara en este blog contando un poco sobre mi experiencia como blawgger y como estudiante, como la persona que ha conocido todo un mundo nuevo desde que accedió al tema de los blogs. Entonces aquí de manera muy breve trataré de contarles lo que fue una historia muy agradable para mí en este proceso, y espero que a ustedes también les agrade y los motive a escribir y a hacer sus propios blogs.

Para que conozcan un poco sobre mí. Yo soy estudiante de Derecho en la Universidad Externado de Colombia y actualmente estoy cursando segundo año. También, para el momento estoy trabajando como abogado dependiente de una abogada tributaria durante las tardes, motivo por el cual mi tiempo se vuelve en muchas ocasiones un poco limitado. Aunque habiendo todo esto sin sumar los proyectos extracurriculares de la universidad, siempre me quedan ganas de sentarme un momento y detenerme en mi blog a escribir un poco para el mundo.

La historia de los Blogs o los Blawgs (Blogs jurídicos), comienza con un gran amigo mío, quien escribía para el momento el blog “Derecho y Economía”, y me comentó un poco sobre su trabajo en ese momento. Debo admitir que en ese entonces no tenía la menor idea sobre lo que era un blog, ni que era, ni mucho menos para lo que servía. Siendo esto así, le pregunté un poco sobre el tema y él me explico en términos muy generales de que se trataba, y me contó además de las personas que uno conocía por el medio, pues en ese momento Julián (mi amigo) había conocido a uno de los doctores en Derecho Constitucional de la universidad, el profesor Gonzalo Ramírez, quien también trabajaba su parte académica con el uso de los blogs. Recuerdo bien que esa tarde llegué a mi casa prendí el computador y me metí al blog de Julián y al de Gonzalo, y después de ellos, me remití a una cantidad variadísima de blogs por todo el espacio cibernético, cuando menos lo pensé, me di cuenta que había ahondado en temas como deportes, derecho, fotografía, películas, etc., mejor dicho, había pasado de blog en blog y de tema en tema, cosa que me llamó muchísimo la atención, pues me pregunté ¿Cómo así, si tengo un blog, puedo escribir lo que yo quiera?, ¿Así no más?, pues ahí fue donde me enamoró el cuento, pues no podía creer que viviendo en una sociedad tan esquematizada y tan controlada con el tema de la libertad de expresión escrita, existiera en realidad un espacio donde pudiera escribir para el mundo entero sin que nadie tuviera que aprobar o desaprobar mis ideas. Así, nació “Actualidad y Derecho”. Debo confesar también, que no tenía la menor idea sobre lo que podía escribir, pues a la larga solo era un simple estudiante de Derecho, y no veía pues, que le podía ofrecer al mundo.

Sin embargo comencé a escribir sin miedo y más bien con mucho entusiasmo, pues seguía enamorado de la idea de poder escribirle al mundo sin que nadie me dijera si podía o no hacerlo, simplemente ponía algo ahí y la gente opinaba. Recuerdo bien que mi primer artículo era una crítica a Facebook, lo publiqué y a la semana habían una cantidad impresionante de comentarios, algunos a favor y otros en contra, es más otros hasta me recordaban mi árbol genealógico. Seguí escribiendo, pero está vez buscaba una identidad más definida para mi blog, quería que el mismo se caracterizara por desarrollar un tema especifico sobre el cual pudieran versar otros más a su alrededor, y con la inspiración del blog “Quiero ser Abogado” de Tomas Marino de Argentina, decidí tomar una perspectiva estudiantil en el tema, es decir, que mi blog contara mis propias experiencias como estudiante y que pudiera además, dar consejos para el buen desarrollo académico y algunas otros para el ejercicio profesional, pero pudiéndome salir a la vez de los temas propuestos en ocasiones esporádicas para hablar de cosas varías que a mi respecto también son muy interesantes.

Tengo que aclarar también, que cuando Julián me hizo la propuesta de escribir, el principal temor que tenía, era que yo no sabía escribir, o bueno al menos eso creía yo, hoy día no creo ser tan malo, claro, aunque cabe anotar que falta cantidades por aprender; ¿y qué mejor forma de aprender sino es practicando?

Hoy en día, el blog hace parte de mi desarrollo académico, y aunque no escriba a diario, pues cada vez que me surge una nueva idea o tengo algo nuevo en la cabeza, simplemente me siento en frente de la pantalla lo posteo y dejo al mundo que opine lo que quiera, al fin y al cabo de eso se trata, mostrarle al mundo como lo ves tú desde tu perspectiva.

Creo que ya no sobra decir mucho, solo que es una experiencia que vale la pena experimentar, que no le tengan miedo a escribir, al fin y al cabo, la escritura es la mejor expresión de sus pensamientos e ideas, y porque no compartirlas con el mundo. Creen un blog y comiencen a bloggear.

Finalmente quiero darle mis más gratos agradecimientos a Carla Firmani, quien muy insistentemente me invito a postear en el blog y me escribió repetidas veces recordándome el compromiso. Carla, también te pido perdón, pues, estos días he estado supremamente ocupado y realmente no me había dado a la tarea, pero espero a ti y al resto de lectores les guste el post y saquen provecho de esta corta, pero a mi parecer interesantísima historia sobre como aprendí sobre los blogs.